Reflejo del vacio de un corazón II

El Principio del final.

La barrera entre lo desconocido y lo propio se rompió con una sóla palabra: hola!!!

Lo que en un principio parecía una conversación casual, se transformó en pequeños momentos de compañia, de temas comunes, de sueños compartidos. De alguna forma también la barrera del tiempo se doblegó ante mis pies y unos minutos se transformaron en toda una vida.
Música, comida, espectáculo, deportes, lectura, chistes, pasamos cada uno de los temas posibles en la primera conversación. De pronto ya todo era parte de la historia, los amigos, los lugares, todo encajaba perfectamente.

Él estaba perdidamente enamorado de una persona común y corriente, en teoría sólo jugaba con él, era su pasatiempo de medio tiempo. Yo, intentaba olvidar al que llegue a considerar el amor de mi vida, ese alguien que no fue más que una fantasía, aquel que hubiera deseado me tratara como pasatiempo de medio tiempo. En fin, de alguna extraña razón encajabamos perfectamente, por primera vez sentía que había encontrado a un buen amigo, por primera vez sentí que tenía frente a mi a la persona que había cautivado mis sentidos con una sóla palabra, no sabía como, pero debía permanecer cerca de él.

Unas cuantas semanas bastaron para fusionar dos mundos, en tan sólo unas semanas mi vida empezó a tener sentido de nuevo. Por primera vez la rutina dejo de ser obsoleta para mi, amaba saber que siempre había una sonrisa para mi, amaba discutir sobre los errores de los deportistas de moda, amaba tener la atención y preocupación de alguien, por primera vez sentía que me encontraba en mi lugar.

Nos hicimos tantos favores, nos sacamos y metimos de tantos lios, visitamos muchos lugares y conocimos un sin fin de personas. Nos dimos muchos consejos, insultamos a quienes nos insultaban y nos defendimos de cualquier persona que siquiera pensara en lastimarnos. Tomamos la costumbre de reirnos de cualquier tonteria, de hacernos felices uno alotro, de no dejar que nada interfiriera en nuestro circulo, que era perfecto visto desde dentro.

Nunca olvidare todo lo que hicimos juntos, todas esas fechas que se quedaron en mi mente. Empecemos por todas las películas que disfrutamos al destruir las salas del cine, tantas caminatas por las calles de la cuidad, tantas malteadas compartidas, tantos entrenamientos que observe. Recuerdo navidad, mi cumpleños, los regalos y flores del día de la amistad, en fin, cada momento del que fue participe de mi vida.